Cada día el aula se subdivide en grupos o “txokos”. Cada uno de estos txokos trabajará aspectos concretos de un tema común.
Este tipo de organización nos permite una atención más próxima e individualizada a las necesidades y el ritmo de aprendizaje de cada niño. Además la interacción y la convivencia entre ellos entorno a la tarea es más sencilla y ágil al contar con un grupo reducido.